Perdonar mi larga ausencia, pero esta foto es el motivo. Hemos realizado el Camino de Santiago desde Sarria, cortito pero intenso, muy muy intenso. Es algo que no creo que pueda contar mucho en estas líneas, porque es inexplicable, pero bueno lo intentaré.
Nuestro camino comienza en Gerena, visitamos a Ntra. Patrona, al Cristo de la Vera-Cruz y a María Stma. de la Sangre, cogemos el AVE a Madrid, cuando llegamos recorremos el centro de Madrid con nuestras mochilas y nos vamos a la estación de Chamartín a esperar nuestro tren nocturno, que eso si que fue una aventura, no dormimos nada de nada, pero conocimos a los que serán nuestros compañeros en toda esta aventura, "los cordobeses", Felipe y Maribel.
Llegamos a Sarria a las 7 de la mañana y empezamos a caminar, con algo de lluvia, nuestro primer día de caminata termina en Portomarín 22km después, a eso de las 14 horas y con un albergue nuevo y en muy buenas condiciones, pero empiezan los dolores, agujetas yo, ampollas mi primo, etc. El Segundo día llegaremos a Palas de rei, aunque nos quedamos en un albergue 500 metros antes del pueblo porque ahí ya conocimos a nuestro instructor el catalán y nos recomendó este albergue porque el del pueblo era muy viejo. Las agujetas se apoderan de mis piernas, casi no puedo caminar, pero no se cómo, suena el despertador y las piernas van solas, aunque al final de la etapa siempre me quedaba el último. La tercera etapa fue la mas dura, subidas y bajadas continuas. Cuando llegamos albergue casi estoy llorando del cansancio, pero el albergue de Ribadiso de Baixo es una pasada con un río donde un guiri a pesar del agua helada se baña. Como decía el catalán ya le huelen los pies al Santo, y en los albergues no solo le huelen al Santo. He oido los ronquidos mas raros del mundo, sobre todo los del extremeño que hacía un ruido muy particular weeeeeeee, y su compi dando puñetazos bajo su litera para que callara. La cuarta etapa comienza con ansia y antes de que el albergue abra hemos llegado, antes de la 13 horas estamos en Pedrouzo, comimos en un sitio increible, no pudimos acabar con los platos. La salida de la quinta y última etapa es muy madrugadora, a las 5.30 horas suena el despertador y emprendemos la marcha, cruzamos bosques de noche con linternas rodeados de meigas, hoy no me quedo detrás. En el desayuno nos alcanza el catalán que salió una hora más tarde pero ya nos espera, quiere llegar con nosotros a Santiago y nosotros con él. También nos encontramos con los extremeños y vamos todos juntos, Sevillanos, Cordobeses, Extremeños y el Catalan, a eso de las 11 llegamos a la plaza y no nos salen palabras a ninguno, una gaita suena y el latir de nuestros corazones es lo único que oimos, hasta que Juan "el catalan" nos abraza a todos y todos emocionados nos abrazamos y empezamos a hacer fotos.
Ya solo nos queda cena celebración, despedidas y grandes amistades.
Pero como decía Juan, en Santiago comienza el Camino.
Gracias a mi primo, a mi padre, a Maribel, a Felipe, a Juan, a Fran, a Manu, al Belga, al Mozito Feliz, y a muchos mas que a pesar de haber hablado 5 minutos en alguna parte del camino es como si nos conociéramos de siempre.
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