Comenzando porque estoy totalmente a favor de que nuestras fiestas sigan como están quiero lanzar una propuesta para el posible cambio.
En primera lugar quiero dejar claro que se sacrificarían muchos momentos de nuestras fiestas con cualquiera de los cambios, ya que la unión entre ambas es difícilmente separable, o es que nadie se ha preguntado qué pasaría con el miércoles del tío del tambor, quiero recordar que el tío del tambor viene a la romería no a la feria, así que esta se quedaría sin su única, particular y maravillosa inauguración. Esto es sólo uno de los ejemplos de las pérdidas que traería la separación, pero como también es verdad que traería beneficios o al menos eso creen algunos, planteo la siguiente solución:
La feria seguiría celebrándose la última semana de Mayo, con su inauguración el miercoles por la noche con la cena del pescaito y la conclusión el domingo posterior con los fuegos.
La romería sería la que cambiaría, volviendo a sus inicios. Como bien nos ha contado Ntro. Hermano en el boletín de la romería, antiguamente Ntra Patrona iba a la ermita el jueves de la Ascensión, ahí mi propuesta. El miercoles anterior al jueves de promesa, iriamos a recibir al tío del tambor, que nos acompañaría hasta la iglesia, donde regalaríamos a Ntra Reina de Gerena una ofrenda floral de todo su pueblo. El jueves de la Ascensión diana y salida por la tarde de la Patrona hacia su ermita, volviendo el Domingo en Romería. Esta solución tiene las siguientes ventajas:
1. La romería nunca coincidiría con el rocío, sería siempre la semana antes, ya que el jueves de la Ascensión es 40 días después del domingo de Resurrección y el lunes de Pentecostes es 50 días despues de la Resurrección.
2. La feria se quedaría en el mismo lugar, ya que si hubiera que cambiarla hubiera sido difícil su reubicación y posiblemente hubiera recaido en el verano, perdiéndonos la feria de día que tan típica es en Gerena.
3. Habría ciertos años, (2006, 2014, 2017, 2019,...), que la fería coincidiría con la romería, y se celebraría ese año como viene siendo habitual, dando el gusto a los nostálgicos (como yo) que no quieren su separación.
4. Nunca llovería el jueves de promesa, porque como dice el refrán: "Hay tres días en el año que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el jueves de la Ascensión".
Esta es mi propuesta, podeis opinar sobre ella con comentarios (que rogaría que no fueran anónimos) y en la encuesta de la barra lateral.